8.6.08

Quieres casarte conmigo?

- ¿Quieres casarte conmigo?

- En mi puta vida. - dije

Cuando te hacen esa pregunta problemática la respuesta puede ser: sí, no, no sé u otras variaciones tipo es que me has sorprendido, de verdad, déjame pensarlo: sinónimos de “Qué se te ocurre, Claro que NOOO”). Yo, en cambio, no lo pensé mucho y usé ese sutil sinónimo de NUNCA JAMÁS:

En mi puta vida – dije… y aprobé.

No me puedo creer aún que mi examen de grado fuera tan fácil, o al menos tan entretenido. Me dejaron soltar tacos durante 10 minutos bajo la condición de que no repitiera ninguno. Así pasa cuando una tiene suerte y le toca el tema de vulgarismos españoles como me tocó a mí durante mi examen de Lingüística. Así que hice una pequeña revisión de insultos, groserías y sus respectivos eufemismos pintando sin roche un panorama de situaciones en las cuales se suelen emplear palabras vulgares en castellano. Y parece que no me fue tan mal. A ver:

Los vulgarismos se tienden a emplear en las situaciones de enfado o disgusto cuando el hablante intenta imponer su voluntad mediante órdenes enfatizadas (¡Cállate, coño! ¡No me toques, joder!) sobre todo cuando la idea es insultar al interlocutor: Todos ustedes son unos hijos de puta, o Tú eres un cabrón; Me pareces un cerdo (en base a la comparación del interlocutor con los animales). Ahí va, el imbécil de tu hermano (haciendo alusión a la baja capacidad intelectual del individuo).

Junto con las lamentaciones: ¡Mierda, siempre llego tarde! Se nos acabó la gasolina, me cago en Dios (empleando la muy famosa expresión de cubrir las necesidades fisiológicas), Manda cojones, otra vez me toca a mí limpiar la casa (qué mala suerte).

En las preguntas, en la posición después de pronombre o adverbio interrogativo se emplea muletillas con un fin enfático concreto: ¿Qué , cojones, haces aquí?! ¿Qué, coño, te pasa?

A fin de destacar los rasgos de fealdad de alguien: Cara de culo, o lo poco de valor que tiene un objeto: la mierda de mi carro o persona: ven acá, obrero de mierda.

Para hacer hincapié en lo lindo- lo interesante- lo divertido- etc. que nos parece una cosa/persona: La película estuvo de puta madre (el sinónimo de buenísima). Es una web cojonuda! (sumamente interesante, etc.) Este chico no tiene cojones (es cobarde).

Para expresar sorpresa:

Pero, ¿estás de coña? (Estás de broma)

A fin de comparar :

callarse como un puto (así en masculino)

como putas en cuaresma

trabajar como un cabrón

quedar como el culo

ser culo y mierda

estar hecho una mierda

ser más antiguo (viejo) que (el) cagar

ser más viejo que el mear/ que el mear de pie

ser más feo que cagar

Para negar.

-¿Sabes cómo se llama la hija de Manuela?

-Ni puta idea (no tengo la menor idea)


O rechazar la propuesta/Pedido:


-Me prestas un billete de cien?

-Jódete! (Pues, yo creo que no es posible que te lo preste).


Aquí me hicieron reaccionar a la pregunta: ¿Quieres casarte conmigo?

En mi puta vida. Pues


Con expresiones fijas que se convirtieron casi en las estereotipadas, como:

Estoy de mala hostia (Estoy de mal humor), se pegó una hostia (se golpeó), Házlo de una puta vez (de una vez, por fin) Trabaja de noche es una putada (faena o mala acción). Estoy hasta los huevos (Estoy harto), ¡Es la coña! (Es un colmo), Es un coñazo trabajar en una oficina (Es aburrido, duro), Su casa está en el quinto coño (está muy lejos), Olé tus huevos! (Expresión de ánimo y aprobación) ¡No jodas! (No me digas) y mucho más.


Sin embargo, para los que no tan abiertamente pueden/quieren/saben utilizar las palabras vulgares tenemos una ancha paleta de eufemismos que les proponemos emplear siempre y cuando quieran. Ahí van los ejemplos con cambios:


¿Qué, rayos, te pasa?

¡Miércoles, siempre llego tarde!

¡Jolín, no me toques!

¿Qué, diablos, haces aquí?

Ostras, ¿tú aquí?


Obviamente, existen variantes regionales de algunos vulgarismos: carajo, carayo, conchatumadre, joba, chingada y diferentes frecuencias de uso en lugares distintos con preferencia de España ya que como es bien sabido los españoles suelen soltar tacos por todos lados y nadie se ofende ni nadie se sorprende (ni nadie se da cuenta, en realidad).

Así que, entre otras cuestiones, gracias a ser vulgar me gradué. A veces vale la pena :P

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya, bien carajo, por la puta madre que parió a esos gallegos, la cagada!!!!! La hiciste de la puta madre!!!!!

Nunca entendí el porqué de que en el Perú, "la cagada" sea opuesta a "una cagada"; es de esas cosas que hago como un borrego, como decir "eso es más viejo que la prostitución".

Bueno, ya que en nuestro país es todo un hábito eso de involucrar a las madres en los problemas, un buen verbo es "conchasumadrear".

Y celebremos a la peruana, bien carajo, se los cach... duro a los catedráticos esos...

Anónimo dijo...

DE PUTA MADRE!!!!!!! Hecho de menos incluso a los vulgarismos de España!!! y a tí, mi amiga! besos tan grandes como la Catedral de Santiago!!! *aprendi a decirlo*