Será mi falta de comprensión, mi egoísmo, la xenofobia o la manifestación de mi mal genio, no lo sé. Lo cierto es que mis vecinas me tienen harta y no sólo porque no boten la basura y la dejen dentro o fuera de la puerta, que no laven sus platos (que son un montón), que cada noche inviten a una docena de turcos a cenar en el piso, que paren cantando ( ojalá cantaran bien) que ocupen toda la nevera y que no cierren la puerta. Hoy ya me sacaron de quicio por dejar una ay-cuan-sofisticada muestra del arte contemporáneo en el baño…. Y no es la primera vez. Abajo el testimonio.
7 comentarios:
Oh el arte intendible
jajajja
:P
bsos de esposa primeriza y Recién casada
jajaja que tal H-arte... al menos no vas a negar que hay ingenio para hacer arte del desperdicio..
A ponerle mejor cara al dia a dia y ya no te H-artes!!
Un saludo
Resignarse siempre es la salida más fácil, lucha y prevalecerás. ¡Viva el Perú, carajo! Suerte.
Se supone que una vez que se acaba se bota, ¿porqué tantos?
JAJAJAJAJAJA!
Yo tengo unos vecinos jipis, sí, de esos que acostumbrar tocar trova cubana hasta las 2 AM, y no bajan la basura al colector, sino que la tiran DESDE EL CUARTO PISO.
Ciekawe, cóż to jet...
Niña linda, después de tiempo paso por aquí again...
¿Por qué no buscs otros compañeros de piso o te vas tú a otro? No sufras, niña. Yo no podría vivir así.
Muchos besos!!
Publicar un comentario