Cuando necesito desahogarme voy a la piscina (últimamente con más frecuencia, o sea, ya padezco neurosis?) Hoy tuve suerte porque estaba vacía la pisci (con agua pero sin gente); el agua calentita, el sol rayando por la ventana… Esto me permitió, por desgracia, experimentar que:
- El agua de la piscina sabe FEO (sobre todo si te entra por la nariz)
- El suelo baldoso (cuando sales) RESBALAAAAA
- La piscina tiene límites o mejor dicho unos bordes duros que, si no paras a tiempo, te posibilitan un fuerte golpe a la cabeza
Así que quedo hecha un Cristo…otra vez, ¿ah?
2 comentarios:
Y que querias que sepa a limonada????? xD!!!
Eso sin contar algunos calambres indeseables post piscina olímpica.
Por supuesto, el cloro te pone los ojos rojos.
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